En estos aproximadamente primeros cien días de su mandato logró aprobar alrededor de 15 leyes que permitieron al país contener el descalabro y poder iniciar la salida de la tremenda crisis. Desde entonces se instauró la tradición de realizar la valoración del trabajo del gobierno salido de las elecciones una vez pasados sus primeros cien días de gestión. Desde el Partido Popular entendimos que deberíamos dejar pasar más de cien días de cortesía, ya que entendíamos que haría falta mucho más tiempo para que pudieran adaptarse a la situación con la que se encontrarían en el Ayuntamiento. Pues bien, ya han pasado más de 8 meses de las elecciones municipales y creemos que ya es tiempo suficiente para que el cambio que prometieron empezara a notarse. Lamentablemente, la sensación general en la ciudad es que todo sigue igual, pero con mayor crispación política. Uno de los principales problemas de los que se hablaba en campaña electoral era la falta de limpieza en las calles, ocho meses después las calles de nuestra ciudad siguen sucias, no se ha cambiado ni un metro de esos carriles bici que son inseguros, ineficientes y innecesarios, los vecinos del centro, agrupados en la Asociación Vaivé, siguen con problemas de inseguridad, ruidos e incivismo en las noches de los fines de semana. Las entidades se afligen de las mismas problemáticas y la sensación de estancamiento se hace cada vez más evidente. Este artículo no pretende señalar con el dedo ni desacreditar los esfuerzos de quienes trabajan arduamente en la Administración municipal. Por el contrario, mi objetivo es generar una conversación constructiva sobre cómo avanzar juntos hacia un futuro más próspero y sostenible para todos. Es comprensible que los cambios no se produzcan de la noche a la mañana, y que existan obstáculos y desafíos que deban ser superados. Sin embargo, es necesario evaluar críticamente el rumbo que estamos tomando y asegurarnos de que estamos cumpliendo con las expectativas y necesidades de nuestra ciudad. No podemos permitirnos seguir estancados en el statu quo. Es hora de que pasemos a la acción colectiva para impulsar el cambio que nuestra ciudad tanto necesita. Debemos trabajar juntos, gobierno y ciudadanía, para construir un futuro más próspero, equitativo para todos. En los próximos meses, estaremos redoblando nuestros esfuerzos por impulsar una agenda de cambio real en Sant Feliu. Pero también necesitamos el compromiso y la colaboración de todos ustedes, queridos vecinos. Juntos podemos hacer de nuestra ciudad un sitio mejor para vivir.
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